El Fútbol Sala nos sigue ofreciendo ejemplos de sus valores como la deportividad demostrada por los jugadores del Club Deportivo Arruzafa La Salle de Córdoba en la Fase Final del Campeonato de Andalucía de Clubes en categoría Benjamín.
En la Ciudad Deportiva Juan Carlos I de Baena, el Club Deportivo Arruzafa La Salle de Córdoba disputaba la semifinal frente al Sporting Benamejí. Quedando seis minutos para el final del derbi cordobés, La Salle ganaba 1-2 y tras un robo de balón un jugador del conjunto benamejicense quedó tendido en el suelo.
El técnico del La Salle, Carlos Alarcón, rápidamente ordenó a sus discípulos mandar el balón fuera para que su rival fuera atendido pero el ruido del pabellón impidió que sus indicaciones fueran atendidas y acabaron marcando gol en un rápido contragolpe (1-3).
El entrenador del conjunto cordobés no se lo pensó y en el saque de centro de campo pidió a sus jugadores que se quedasen parados para que el Sporting Benamejí marcase a placer ante el aplauso unánime de la grada.
El Sporting Benamejí acabó remontando el partido al Club Deportivo Arruzafa La Salle de Córdoba en el último minuto (4-3) y certificó su pase a la final en la que se proclamaría campeón benjamín de Andalucía tras derrotar al Futsal Alhendín de Granada (2-1). Mientras, el equipo de Carlos Alarcón lograba el tercer puesto al imponerse 9-7 al Ciudad de Torremolinos.
Aunque la medalla de bronce no fue el trofeo más importante que ganaron el pasado fin de semana en Baena estos pequeños jugadores, sino el respeto de todo el mundo del Fútbol Sala gracias a una preciosa lección de deportividad.
Las lágrimas del sábado en el vestuario dieron paso a las sonrisas del domingo en la pista después de entender y aceptar que habían tomado la decisión correcta en un gesto de Fair Play inolvidable.