La Salle acogió un acto conmemorativo en el que tomaron parte los centros Hipódromo, Eduardo Morillas, Reyes Católicos y Reina Sofía
Por Jesús Andújar – El Diario de Melilla
El patio central del Colegio La Salle El Carmen se convirtió ayer en escenario en el que cinco centros docentes de la ciudad (La Salle, Hipódromo, Eduardo Morillas, Reyes Católicos y Reina Sofía) se unieron para conmemorar el Día Mundial de la Paz y la No Violencia, desarrollando con tal motivo un sentido acto en el que los escolares se sirvieron de los cinco sentidos para denunciar las injusticias del mundo y exponer sus sueños y anhelos. La música estuvo muy presente en este evento que se cerró con una suelta de palomas.
El conductor del acto, Ricardo Fernández, explicó que conmemorar el día de la Paz y la No Violencia busca que ante el dolor, el odio y las guerras, la sociedad sea capaz de “gritar ¡basta ya!, porque queremos un mundo más justo y fraterno, donde la igualdad y la libertad esté presente en todas las personas del mundo”.
La ceremonia se inició con la bienvenida a los alumnos y con la canción “Los niños quieren la Paz”, cantada por varios profesores y niños. Acto seguido, una pareja de estudiantes de cada centro se dirigió a los presentes utilizando uno de los cinco sentidos para denunciar las injusticias del mundo y exponer sus deseos.
El Eduardo Morillas se sirvió del olfato para hablar del olor de la tristeza, del olor de la contaminación. Su deseo: “que entre todos podamos cambiar el mundo para hacerlo más limpio y feliz. Queremos un mundo vivo y en paz”.
El Reyes Católicos se sirvió de la vista para denunciar guerras y sufrimiento, “familias que huyen de su casa para salvar la vida y niños que no pueden ir al colegio porque ha sido destruido por las bombas”. Su esperanza, que “entre todos construyamos un mundo donde reinen los colores, donde no de miedo mirar”, porque “juntos podemos conseguirlo, un mundo donde todos podamos mirar y ver a nuestro hermano, acoger y conocer al diferente, un mundo en paz”.
La Salle utilizó el sentido del gusto para hablar de las cosas que no van bien en el mundo, como que haya quienes tiran comida mientras otros pasan hambre a diario y “ven a sus hijos llorar por no poder comer”. “Recordad que la soledad es amarga y el cariño muy dulce. Que el egoísmo y el derroche nos empobrecen y amargan. Que es en la generosidad donde está la verdadera riqueza. Llenad vuestra vida y la de los demás de los mejores condimentos: la alegría, el amor y la esperanza y conseguiréis la paz”, afirmó.
El Hipódromo se sirvió el tacto para de la violencia machista y denunciar que manos “hechas para acariciar se convierten en puños” para golpear y crear miedo. “Quiero alzar mi voz para pedir que luchemos por conseguir un mundo sin miedo. Donde las manos repartan caricias. Donde el amor se base en la igualdad y el respeto y nunca en la posesión y el miedo. Donde todas las mujeres sean tratadas con respeto. Un mundo más justo donde reine la Igualdad y la Paz”.
Al Colegio Reina Sofía le tocó el sentido del oído y hablar del sonido de las bombas, los gritos y sirenas, el llanto de los niños. Por contra, “deseo y espero que entre todos construyamos un mundo libre de guerras. Un mundo nuevo donde los sonidos sean los de la paz. Pedimos que reinen las canciones, el ruido de las olas en una tarde de verano, el canto de los pájaros en primavera, las voces suaves de las madres y sobre todo las risas felices de la Paz”. Como cierre a este apartado, dos alumnos de 4º de ESO de la Salle dejaron de manifiesto que en el Día de la No Violencia y la Paz, “queremos unir nuestras voces, desde los diferentes colegios de Melilla, como representantes de los niños y por tanto del futuro para pedir un mundo en paz”. “Deseamos un mundo donde reine el amor y la paz, tenemos esperanza en el futuro y estamos convencidos de que si trabajamos unidos podremos conseguirlo. ¡Juntos por la paz!”, corearon.
Tras la lectura de la oración ‘Hazme instrumento de tu paz’, dos alumnos de Infantil procedieron a la suelta de varias palomas como símbolo de la paz. A esto le siguió el número musical que ofrecieron los alumnos mayores del colegio, utilizando para su baile el tema Madre Tierra de Chayanne.
La mañana se cerró con la entrega de un presente a los directores de los cuatro colegios que se sumaron a participar en el acto organizado en La Salle.
“Ojalá que este pequeño acto, que este deseo y esta ilusión que hoy hemos puesto en común, se haga realidad y sea posible un mundo donde reine la paz, la justicia y la verdad, siendo conscientes de que la paz comienza en el interior de los corazones, que la paz comienza con una sonrisa, que no hay camino para la paz, la paz es el camino, y que la paz no es solamente nuestro objetivo final, sino también la única manera en la que lograremos nuestro objetivo”, apostilló el conductor del acto.